Asturias
Terreno y clima: Influencia oceánica atlántica: precipitaciones elevadas (1 000‑1 600 mm/año) bien repartidas, veranos frescos (18 °C media) e inviernos suaves (7‑9 °C). Suelos mayoritariamente ácidos sobre pizarras y cuarcitas en la cordillera; franco‑arcillosos profundos y drenados en valles; calizos en la franja costera oriental. La alta humedad ambiental favorece los bosques mixtos de frondosas y numerosos musgos y líquenes.
Ecología notable: Hayedos montanos, robledales con Quercus petraea, tejedas relictas en laderas umbrías y pastos atlánticos ricos en orquídeas. Fauna emblemática: oso pardo, urogallo y trucha común.
Plantas autóctonas y cuidados detallados
-
Tejo (Taxus baccata)
Suelo: fresco, bien drenado, de pH 5,5‑7,5 (tolera algo de cal).
Luz: semisombra; soporta sombra total pero crece más lento.
Riego: moderado el primer año; después solo en periodos secos (raíz profunda).
Poda: ligeras formativas en invierno; resiste recorte.
Notas: madera longeva (hasta 1 500 años), tóxica para ganado pero valiosa para setos cortaviento. Fomenta micro‑hábitats para aves invernantes.
-
Abedul pubescente (Betula celtiberica)
Suelo: ácido o neutro, fresco y ligero, incluso pobre.
Luz: pleno sol; especie pionera en suelos desnudos.
Riego: abundante de plantón; luego aguanta sequías cortas.
Poda: no necesaria; elimina ramas bajas secas en otoño.
Notas: aporta color otoñal dorado; raíces poco invasivas: ideal en bordes de pradera para sombrear helechos y arándanos.
-
Helecho macho (Dryopteris filix‑mas)
Suelo: rico en humus, pH 5‑6, con buena humedad permanente.
Luz: sombra o semisombra, protegido de vientos secos.
Riego: mantener sustrato siempre húmedo (mulching de hojas).
Poda: retirar frondes marrones a final de invierno para brotación limpia.
Notas: excelente para sotobosque húmedo; combina con hortensias y hostas. Indica microclima fresco.